El embarazo es una etapa en la vida las mujeres en las que el cuerpo, que es muy sabio, se adapta a las necesidades de la futura mamá y a las del bebé que se está gestando.
La realidad es que el cuerpo de la mujer embarazada experimenta muchos cambios, sobre todo, durante el primer trimestre.
Estate atent@ porque en el post de blog de esta semana vas a descubrir los cambios que se producen en la circulación sanguínea durante el embarazo.
La circulación sanguínea en las mujeres embarazadas
Lo más habitual es que el flujo sanguíneo de una persona sea de 4 o 5 litros de sangre. En cambio, una mujer embarazada aumenta ese flujo en un litro y medio aproximadamente.
¿El motivo? Muy sencillo, la sangre de la embarazada tiene una función esencial para la supervivencia del bebé, ya que es la encargada de transportar el alimento al bebé. Pero eso no es todo, a través de la sangre el bebé también puede eliminar todos los desechos que produce durante el embarazo.
Por todo ello, la sangre cambia y aumenta su cantidad hasta ser capaz de cubrir totalmente las necesidades del feto. Pero este aumento del flujo conlleva que los vasos sanguíneos se dilaten para poder abarcar una mayor cantidad de sangre, lo que a su vez puede provocar la aparición de varices o ser el motivo del comienzo de la insuficiencia venosa.
Consecuencias del aumento del flujo sanguíneo
El aumento de la cantidad de sangre en el cuerpo de la embarazada también provoca que los tejidos acumulen líquido, lo que puede provocar que los pies y los tobillos se hinchen, y en algunos casos también se pueden llegar a hinchar las manos y el rostro.
La sangre que circula hacia el corazón lo hace más despacio lo que ocasiona que el fluido de las venas se retenga en los tejidos de los pies y los tobillos, provocando que se hinchen.
Pero no solo el flujo sanguíneo aumenta durante el embarazo, el ritmo cardíaco también se intensifica. Debido al aumento de flujo sanguíneo, el corazón también debe de trabajar más rápidamente para bombear y distribuir toda esa sangre por el organismo de la embarazada.
Objetivo: minimizar los problemas de circulación durante el embarazo
• Para empezar, es muy importante preparar el cuerpo para todos los cambios que van sucediendo. La práctica de ejercicio habitual durante el embarazo, siempre y cuando no provoque ningún riesgo ni para la madre ni para el bebé, mejorará la circulación sanguínea.
La natación, el yoga o caminar son algunos de los ejercicios que más beneficios aportan a las mujeres embarazadas.
• La práctica de algunos de estos deportes también se puede compaginar con la práctica de algunos de estos ejercicios que ayudará a mejorar el flujo sanguíneo de las mujeres embarazadas.
1. El primer ejercicio que pueden empezar a poner en práctica consiste en tumbarse boca arriba, elevar las piernas poco a poco, flexionando las rodillas e intentando formar un ángulo de 90º con el tronco. De esta manera, facilitas el retorno venoso.
2. Otro ejercicio que puede comportar grandes beneficios consiste en tumbarse de lado, elevar la pierna que queda arriba, estirarla a modo de tijera y repetir el ejercicio varias veces, cambiando de lado.
3. Si estás embarazada deberás sentarte con las piernas juntas y estiradas, una vez adoptada esa posición, deberás realizar una flexión y extender ambos pies alternativamente, llevando las puntas hacia delante y hacia atrás.
4. Pero no hace falta que destines un tiempo específico para realizar algunos ejercicios que mejoren el flujo sanguíneo. Puedes aprovechar el tiempo cuando estás sentada viendo la tele o leyendo. Coge una pelota de tenis y sitúatela entre los pies y pásala de la punta al talón del pie.