¿Cuántas veces te has levantado tranquilamente, has ido a ducharte y cuando te has mirado en el espejo…? ¡Ahí estaba! Un nuevo compañero para -por lo menos- el resto de la semana, y puede que de la siguiente. Sí, estamos hablando de esos moratones que aparecen sin ningún motivo aparente.
Te contamos algunas de las causas que producen estos aparentemente inexplicables hematomas y cómo evitar o reducir su aparición. Así que, si eres de a lxs que les pasa frecuentemente, este post es para ti.
Como todxs sabemos, los moratones o hematomas aparecen por la salida de glóbulos rojos de la sangre y su acumulación en la piel. Pero, si no te has dado ningún golpe, motivo principal de su formación, deja de fustigarte intentando recordar si te caíste o chocaste con el borde de una mesa. Su llegada puede deberse a una de las siguientes causas que afectan a tu circulación sanguínea:
Trastornos de la salud
Tu cuerpo es sabio, y como tal, sabe reconocer cuando le pasa algo y busca la forma de comunicártelo. La aparición de hematomas puede deberse a una alteración del estado de nuestros vasos capilares. Existen trastornos genéticos que producen cambios en su estructura; la aumentan o, por el contrario, la debilitan.
Por otro lado, el nivel de plaquetas también influye. Algunos trastornos, como la “púrpura trombocitopénica”, disminuyen la producción de plaquetas y tienden a ocasionar hematomas.
Te recomendamos que revises tu historial médico y familiar para averiguar si tienes tendencia a padecer alguno de estos trastornos.
Deporte de alta intensidad
Si eres exigente en el estadio, te has forzado a levantar más peso de lo debido en el gimnasio o la clase de CrossFit ha sido demasiado fuerte para ti, la aparición de moratones espontáneos ocasionados por los cambios bruscos que puede haber sufrido tu circulación, es algo habitual. Así que no te asustes.
Mantenerte bien hidratadx y empezar con un nivel de ejercicio moderado, te ayudará a que esto no suceda. ¡Tómatelo con calma!
Medicamentos
Si frecuentemente ingieres medicamentos como la aspirina, corticoides o anticoagulantes, ten en cuenta que la aparición de morados puede ser un efecto secundario de su consumo. No dudes en preguntar a tu farmacéutico y averiguar si tu circulación sanguínea se está viendo alterada.
Alteración hormonal
Para cambios hormonales, los que padece el cuerpo de una mujer cuando está embarazada. En el momento de la gestación, el número de plaquetas puede disminuir dando paso a la denominada “trombocitopenia gestacional” de carácter benigno, y como consecuencia, a la presencia de hematomas.
Otro momento en el que la mujer puede presentar hematomas espontáneos, habitualmente en las extremidades, es durante el periodo de síndrome premenstrual.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer para acelerar el proceso de curación?
Consejos bye-bye moratones:
1. Primero hielo y luego todo lo demás.
Cuanto más rápido apliques hielo encima de tu hematoma, más posibilidades tendrás de reducir su crecimiento. Este elemento disminuye la irrigación sanguínea de la zona. Para mejores resultados aplícalo realizando movimientos circulares y repite el proceso después de 1 hora.
2. Que no falte una pomada en tu botiquín.
Para facilitar la reabsorción de los hematomas, existen pomadas diseñadas específicamente para ello. Aplicando una capa fina encima de la zona afectada realizando un suave masaje, lograrás cambios significativos y mejorarás tu circulación sanguínea.
3. Recurre a los paños tibios.
Un truco muy sencillo y apto para todos los públicos es el uso de paños tibios. Y repetimos, tibios, ¡no vaya a ser que te quemes! Realizar esta práctica a partir del segundo o tercer día después de la aparición de los morados, acelera la recuperación aumentando el flujo sanguíneo hacia el tejido dañado.
Así que, ya sabes, puedes quedarte sentadx viendo cómo tus frecuentes moratones cambian de color leeeentamente o averiguar por qué aparecen y hacerte cargo de tu circulación sanguínea. ¡A por ello!