El invierno trae consigo la bajada de temperaturas, los planes a puerta cerrada y nos invita a cambiar la dieta por una con platos de cuchara. Pero ¿sabes cómo afecta el frío a tu cuerpo?
Seguro que desde que ha llegado el invierno has notado cambios en tu cuerpo: tienes los pies y las manos más frías, se te pone la cara roja o te sientes más cansado, ¿te ha pasado? Si es así, continúa leyendo para descubrir el porqué de estas reacciones en nuestro organismo.
Respuestas del organismo ante el frío
Piel de gallina, temblores, hormigueo en las extremidades… Tener estos síntomas es, además de común, un sistema de defensa que tiene el cuerpo para mantener su calor. El frío exige al cuerpo mantener una temperatura interior óptima (alrededor de los 37 ºC), de esta forma, los vasos sanguíneos concentran toda su sangre cerca de órganos vitales, provocando una temperatura inferior en las manos y los pies.
Otras señales que tiene nuestro cuerpo para protegerse del frío son:
• Piel de gallina: erizar el vello corporal es una acción que proviene de nuestros antepasados. De la misma forma que hacen otros mamíferos, al erizar el vello contribuimos a elevar la capa de pelaje para protegernos mejor del frío.
• Aumento de la frecuencia cardíaca: de esta forma, nuestro cuerpo trata de generar calor de forma activa elevando el ritmo de latidos y tensando los músculos del cuerpo.
• Tiritamos en temperaturas muy bajas: tiritar o castañear los dientes son algunos reflejos involuntarios que genera nuestro organismo con tal de producir movimiento y generar calor con el mismo.
A pesar de que el frío puede afectar negativamente a algunas condiciones de nuestra salud, hay otras que se ven beneficiadas por este factor. El invierno es la estación idónea para dormir, ya que las temperaturas bajas frenan el cortisol, hormona que causa el estrés.
Además, las bajas temperaturas benefician al sistema circulatorio, debido a que el frío alivia las piernas cansadas e hinchadas y favorece el retorno venoso, un factor a tener en cuenta si, además, haces deporte. Si, por el contrario, necesitas una ayuda extra durante esta época invernal, siempre puedes consultar remedios naturales para mejorar la circulación sanguínea.
El frío invernal afecta al humor
El frío no es algo que solo te produzca piel de gallina, rojez en el rostro o que te congele las pestañas. Hay muchos casos en los que estos cambios son imperceptibles al ojo humano. Por eso, en este apartado queremos hacer énfasis a aquellas demostraciones que van más allá de lo físico y nos afectan, sobre todo, al estado de ánimo. Descubre cómo afecta nuestra salud mental a nuestro organismo, también en los días de invierno:
1. Las noches más largas, la lluvia o los días nublados pueden mermar nuestro carácter, acentuando los trastornos de ansiedad, irritabilidad o agresividad.
2. El viento afecta mucho a las personas que sufren dolores de cabeza. Las jaquecas y migrañas son algunas afecciones que pueden ser susceptibles a cambios climáticos como un alto nivel de humedad en el aire, un clima ventoso o de tormenta, o los cambios de presión atmosférica.
3. Tener un bajo estado de ánimo es una situación que puede darse con frecuencia durante el invierno, pero tiene una explicación lógica. Las bajas temperaturas y la disminución de las horas de sol provocan una falta de vitamina D, lo que se conoce como un trastorno afectivo estacional, de la misma forma que se produce en primavera con la astenia primaveral.
4. Cabe mencionar que la sensación de estar más apático o triste puede provocar que nos sintamos con menos ganas de realizar deporte. Cualquier ejercicio es mejor que nada, así que lo importante es hacerlo atractivo. Un paseo, hacer una salida con la bicicleta o una sesión de yoga en casa pueden convertirse en una rutina deportiva muy beneficiosa para tu salud durante los meses de invierno.