Hace más de un año que nuestra vida cambió. Durante meses, nos vimos obligados a quedarnos en casa y a cambiar todas nuestras rutinas para adaptarnos, lo mejor posible, a la nueva situación derivada de la Covid-19.
El teletrabajo, para aquellos que podían aplicarlo, o buscar nuevos hobbies que se pudieran hacer sin salir de casa (desde aprender a cocinar, hasta descubrir nuevas plataformas digitales o dedicar más tiempo a la lectura e incluso a practicar ejercicio para lograr mantener el cuerpo activo, en la medida de lo posible) se convirtieron en la tónica habitual.
Y, aunque es cierto que el ser humano tiene un gran capacidad de adaptación, nuestro estado de salud, tanto físico como mental, se vio afectado por el confinamiento.
Las horas que nos pasamos sentados en la misma posición aumentaron considerablemente. Por ello, no es de extrañar que aumentaran los dolores de espalda, cuello o cervicales.
Y, aunque muchos cuidamos la postura al estar frente al ordenador, hay muchas otras posturas que debemos tener en cuenta si no queremos que nuestra salud general se vea afectada.
¿Qué es la higiene postural?
Para empezar a corregir tu postura corporal y evitar futuras dolencias que te afectarán en tu día a día, debes de conocer que implica tener un higiene postural. Este término que se utiliza para referirse al conjunto de buenos hábitos que debemos realizar cuando llevamos a cabo labores cotidianas, tales como trabajar o hacer deporte.
Lo más común es que en los lugares de trabajo se hagan campañas para mentalizar a los empleados de la importancia de mantener una buena postura para evitar futuras patologías y dolencias, pero lo cierto es que está concienciación y este higiene postural se deberían intentar mantener en todos los quehaceres diarios.
Y es que, es mucho más habitual de lo que pensamos porque en cualquier movimiento podemos adoptar posturas poco saludables que van afectando, poco a poco, a nuestra salud.
Posturas que debes corregir
La postura al sentarnos
Es importante mantener la espalda recta y no intentar encontrar la posición, que nosotros creemos, más cómoda.
Al principio, si adoptamos una posición incorrecta nuestro cuerpo nos avisa y empezamos a sentir dolor, pero conforme vamos adaptando esta postura de manera habitual nuestro organismo se acostumbra y no genera ninguna señal que nos advierta del daño que estamos causando a nuestro cuerpo.
El error más común al sentarnos es apoyar todo el peso del cuerpo en un solo lado. Esta posición es incorrecta y puede generan dolencias, ya que cada parte del cuerpo debe descansar en su punto de apoyo natural sin recargar a otra parte.
Lo ideal es que, ambas piernas se encuentren en la misma posición, tratando que la planta de ambos pies toque del todo el suelo y la espalda debe estar en posición recta, pero relajada, en un ángulo de 90 grados.
La postura al dormir
La postura que adoptamos mientras dormimos es mucho más importante de lo que seguramente pienses, ya que de no hacerlo correctamente no lograrás descansar y eso condicionará tu estado de ánimo durante el resto del día.
Las posturas ideales para dormir son:
· De costado, y si es posible, con una almohada entre las piernas de forma que tu columna permanezca alineada.
· Boca arriba, con una almohada por debajo de tus rodillas, de forma que la espalda y las articulaciones no queden presionadas.
La postura frente al ordenador
El ordenador se ha convertido en la herramienta de trabajo más utilizada actualmente. Pero, ¿la postura que adoptamos cuando estamos trabajando con él, es la correcta?
La mayoría de veces no lo es y es que, cuando estamos frente al ordenador es habitual que inclinemos repetidas veces el cuerpo hacia delante y hacia atrás para buscar una postura cómoda.
Para encontrar la postura correcta y mantenerla es importante que la silla en la que se trabaja sea regulada. De esta manera, se podrá regular para que la planta de los pies se apoye del todo en el suelo y se forme un ángulo recto entre las caderas y las rodillas.