El calor se acerca y siempre es bien recibido, pero no por tus varices. Dependiendo de tu latitud empezarás a sentir una brisa cálida que, de momento, es sumamente placentera.
Efectivamente, es placentera y beneficiosa para algunas zonas de tu cuerpo, pero, cuando se trata de varices, tenemos que empezar a preparar el terreno.
Uno de los factores determinantes para el estado de nuestras varices, en lo relativo a la ropa que vestimos a diario, es el calzado. Nuestros zapatos están en contacto con los pies, obligando a las terminaciones venosas de los dedos a recibir más o menos sangre, estirándolas, apretándolas o incluso comprimiéndolas.
Los límites de las terminaciones venosas son especialmente importantes para nuestros pies, ya que se trata de los canales mediante los que llega la sangre hasta las zonas más alejadas del corazón. Por ello, si protegemos nuestras terminaciones nerviosas también protegemos nuestras varices, de ahí la importancia de una buena elección en lo relativo al calzado y así evitamos las causas de las varices y la posibilidad de que aparezca la insuficiencia venosa.
¡Apunta los siguientes consejos para cuidar tus varices con el calzado adecuado!
Calzado abierto o bien refrigerado
El calor dilata tus venas y diluye tu sangre, pero ya lo sabes. Cada año, cuando se acerca esta época, tienes sensación de tirantez, pero no te preocupes, es cuestión de ventilar bien tus pies. Hazte con un calzado abierto pero que sujete bien tu pie.
Ahora bien, si no te gusta llevar el pie descubierto, tendrás que esforzarte algo más. Evita materiales sintéticos como plásticos o gomas, cambia de calzado frecuentemente y no los aprietes en exceso. En caso de que hagas deporte, practícalo descalzo si es posible.
Nunca completamente plano
Es tentador, cuando se acerca el buen tiempo aparecen sandalias planas de todas formas y colores, pero su nula curvatura hace que tu puente no esté recogido y genere ciertas sobrecargas musculares. Además, ese desplazamiento de pesos puede generar tendinopatías, durezas y callos. Los zapatos adecuados deben elevar tu tobillo de 1 a 2 cm para no forzar la actividad del pie. El calzado totalmente plano no es recomendable.
Zapatos de tacón
Habrás notado que los tacones altos estilizan tu figura y puede que te apetezca mucho usarlos. Lo entendemos, pero tendrás que dejarlos para el invierno, cuando el tiempo favorezca la refrigeración de tu cuerpo. Para estilizar tu figura, los tacones alzan el tobillo por encima del resto del pie, forzando tus gemelos, los tendones de tus muslos y hasta tus glúteos. Más de 4 cm de altura podrían entorpecer tu caminar y desarrollar piernas cansadas o fatigadas, por lo que, una vez más, deberías escoger zapatos o sandalias con 1 o 2 cm de tacón.