La insuficiencia venosa crónica o insuficiencia venosa es una alteración que se produce en las venas y que afecta tanto a mujeres como a hombres, pudiendo dar lugar a las famosas varices. Te lo vamos a explicar con más detalle.
¿Qué es la insuficiencia venosa crónica?
La insuficiencia venosa crónica se produce cuando las venas no son capaces de realizar correctamente su función de retornar la sangre hacia el corazón. Esto provoca que se acumule sangre en las extremidades, especialmente en las piernas.
En la circulación sanguínea hay dos tipos de canales circulatorios principales: las arterias y las venas. La sangre que se bombea desde el corazón hacia los diferentes órganos del cuerpo, circula por las arterias. La sangre que retorna de los órganos hacia el corazón, circula por las venas.
Para que el mecanismo de retorno sanguíneo sea posible, las venas tienen unas diminutas válvulas en sus paredes, que ayudan a controlar la presión y el flujo sanguíneo, realizando así el retorno circulatorio.
Además, las venas de las piernas se encuentran situadas entre los músculos, de manera que cuando estos se contraen (para caminar, por ejemplo), “exprimen” la vena, ayudando a la sangre a circular en contra de la gravedad.
En la IVC (insuficiencia venosa crónica) las venas de las piernas tienen las válvulas muy separadas entre sí y con un funcionamiento irregular, lo que provoca que no se efectúe correctamente el ascenso de la sangre hacia el corazón y se acumule en los vasos sanguíneos de las piernas.
La insuficiencia venosa crónica también se conoce como insuficiencia venosa periférica, debido a que afecta principalmente a las extremidades (piernas).
Causas de la insuficiencia venosa
La insuficiencia venosa no se da por un solo motivo, hay varios factores o causas que pueden influir en la aparición de esta afección circulatoria:
- Sexo: aunque la IVC se da tanto en hombres como en mujeres, es más frecuente la aparición en las mujeres, especialmente con los embarazos y el aumento de edad.
- Edad: la edad es determinante, ya que todos los tejidos corporales pierden elasticidad y capacidad de regeneración.
- Altura: las personas muy altas acostumbran a tener mayores problemas de retorno de circulación venosa.
- Embarazo: hay varias circunstancias que pueden propiciar la aparición de varices e insuficiencia venosa crónica en embarazadas. Las hormonas del embarazo provocan que las venas se dilaten, para favorecer el crecimiento del feto. A su vez, el propio peso del feto y el aumento de circulación sanguínea, pueden hacer que las venas se dilaten. Cerca del 40% de embarazadas sufren varices a consecuencia de estas circunstancias. Los síntomas de IVC que provoca el embarazo suelen desaparecer tras el parto, aunque pueden quedar varices que no desaparezcan.
- Alteraciones hormonales: las píldoras anticonceptivas, debido a su carga hormonal, pueden aumentar la permeabilidad venosa y la dilatación de las venas.
- Sedentarismo: la falta de ejercicio hace que haya poca actividad del sistema venoso de las piernas. A su vez, trabajos donde se está muchas horas de pie o sentado, contribuyen al estancamiento de sangre en las piernas.
- Sobrepeso: el sobrepeso provoca que haya una mayor presión en las venas de las piernas, pudiendo producir dilatación.
- Clima: los climas muy cálidos provocan la dilatación de las venas y dificultan la circulación sanguínea. Elementos del hogar que mantengan o irradien calor, como un brasero o una manta eléctrica, también crean este efecto, por lo que no son recomendables si se sufre IVC.
- Antecedentes genéticos familiares
Síntomas de la insuficiencia venosa
La insuficiencia venosa crónica se manifiesta con síntomas asociados a la retención de sangre en las venas de las piernas, produciendo:
- Picor u hormigueo en las piernas;
- Pesadez y cansancio en las piernas;
- Dolor en las piernas;
- Tobillos hinchados;
- Calambres nocturnos;
- Sequedad y enrojecimiento de la piel.
Si usted está padeciendo algunos de estos síntomas y no tiene un diagnóstico de insuficiencia venosa, es importante que acuda a su médico. La insuficiencia venosa es una enfermedad crónica, pero con el tratamiento y los hábitos diarios adecuados, puede reducir su incidencia si comienza a tratarse cuando aprecia los síntomas iniciales.
A medida que la insuficiencia venosa crónica se dilata en el tiempo, normalmente aparecen:
- Arañas vasculares: (telangiectasias) pequeñas varices en venas superficiales, a nivel de capilares. Se ven fácilmente porque son de color violeta-rojo. No duelen.
- Varices reticulares: pequeñas varices, también en la piel, pero a un nivel más profundo.
- Venas varicosas o varices: fácilmente visibles, afectan a las venas superficiales. Se puede observar la vena dilatada. Producen molestia.
A consecuencia de la mala circulación en las piernas, la piel de las mismas se puede ver afectada, apareciendo en un inicio, sequedad y enrojecimiento debido al aumento de temperatura cutánea por la deficiente circulación sanguínea. Cuando la enfermedad se cronifica pueden aparecer otras alteraciones cutáneas como eccemas, dermatitis, hiperpigmentaciones y úlceras venosas.
Grados de la insuficiencia venosa
La insuficiencia venosa crónica se mide en diferentes grados, según su presencia. Los criterios para determinar el grado de incidencia son los recogidos en la clasificación CEAP, una tabla que utilizan médicos y cirujanos vasculares para unificar criterios entre distintos profesionales e instituciones hospitalarias.
La clasificación CEAP tiene en cuenta factores clínicos, etiológicos, anatómicos y fisiopatológicos; que permiten el diagnóstico preciso y la administración del tratamiento adecuado.
A partir de la clasificación profesional, se puede clasificar la insuficiencia venosa en 7 grados:
Grado C0: ningún signo visible o palpable de enfermedad venosa
Grado C1: aparición de arañas vasculares. Por lo general no producen dolor, en ocasiones pueden producir una leve sensación de pesadez en las piernas.
Grado C2: aparición de varices visibles, debido a una mala circulación sanguínea. Aparecen los síntomas típicos de la IVC: pesadez y cansancio en las piernas, calambres, picor, hormigueo, e incluso dolor.
Grado C3: las venas presentan un aspecto más dilatado y tortuoso. Puede haber hinchazón, edemas y cambios de color a nivel cutáneo.
Grado C4: alteraciones cutáneas secundarias o del tejido celular.
Grado C5: cambios cutáneos con úlcera venosa curada.
Grado C6: cambios cutáneos con úlcera venosa activa (frecuente en zona del tobillo).
Complicaciones derivadas de la insuficiencia venosa crónica
La insuficiencia venosa crónica puede acarrear complicaciones cuando está en una fase avanzada. Las complicaciones más comunes y peligrosas son la tromboflebitis (inflamación y formación de un coágulo en venas superficiales) y la trombosis venosa profunda.
La formación de un coágulo en una de las venas de las piernas puede ser muy peligroso, ya que, en caso de producirse el retorno venoso, puede producirse un embolismo pulmonar.
Nuestra recomendación es que, si sufre insuficiencia venosa crónica, se someta a revisiones regulares con el especialista en aparato circulatorio.
Tratamientos de la insuficiencia venosa crónica
En la insuficiencia venosa crónica vamos a distinguir entre los tratamientos para disminuir las molestias y mejorar la circulación venosa, y los tratamientos quirúrgicos para eliminar varices.
Para mejorar la circulación sanguínea y así disminuir las molestias que produce la insuficiencia venosa crónica, las recomendaciones son:
- Ejercicio: hay que combatir el sedentarismo. El ejercicio, aunque sea leve como caminar, va a estimular el sistema venoso y a mejorar el retorno sanguíneo.
- Prendas anchas: las prendas muy apretadas dificultan la tarea del sistema de retorno circulatorio.
- Calzado adecuado: los tacones y los zapatos apretados también dificultan la circulación en la zona baja (pies y tobillos). Es mejor el calzado plano y espacioso.
- Disminuir/eliminar el consumo de alcohol y tabaco: ambas sustancias son perjudiciales para el correcto funcionamiento del sistema circulatorio.
- Tomar un medicamento o complemento alimenticio para mejorar la circulación sanguínea: te lo puede recomendar el médico o el farmacéutico, consúltale si lo considera adecuado. Acostumbran a ser comprimidos (como Venoruton Diosmina) o sobres solubles, como Venoruton Oxerutinas.
Estas recomendaciones no van a eliminar la IVC, pero sí van a reducir los síntomas molestos y se va a estar trabajando para que la insuficiencia venosa crónica no avance a grados superiores. En cuanto a tratamientos para intervenir las varices tenemos:
- Tratamiento esclerosante: se introduce un medicamento esclerosante con una aguja muy fina en las venas afectadas, que se secan y reabsorben por el cuerpo. Se utiliza para tratar venas varicosas superficiales, es un tratamiento ambulatorio.
- Micro y macro-esclerosis con espuma: este tratamiento se conoce como técnica M.E.M. y lo realiza un cirujano. Consiste en la introducción de una microespuma que sella y seca la vena. Sirve para tratar varices pequeñas y grandes.
- Tratamiento de varices con láser: este tratamiento se suele combinar con otros, permitiendo un trabajo de precisión.
- Tratamiento adhesivo médico: consiste en la introducción de una cánula con cianoacrilato biológico, sellando las venas patológicas y redirigiendo la circulación.
Su médico especialista en el aparato circulatorio puede indicarle cuál es el tratamiento más adecuado para su insuficiencia venosa crónica y sus varices, teniendo en cuenta diversos factores como los de la clasificación CEAP.