Los problemas cardíacos causan millones de muertes al año. En 2019 fueron la causa de muerte más común en el mundo y en 2020 la segunda, únicamente superada por las causadas por el coronavirus.
El corazón es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, si dejara de funcionar no podríamos vivir. Aunque es cierto que puede seguir latiendo y manteniéndose funcional fuera del cuerpo durante horas, gracias a que es autónomo, puede contraerse por sí solo debido a los impulsos eléctricos que genera y a las células musculares especiales de las que está dotado.
Funciones básicas del corazón
Bombear la sangre y hacerla llegar a las diferentes partes del cuerpo es su función principal, pero no la única. El corazón se encarga de distribuir el oxígeno y los alimentos a través de la sangre.
Sin oxígeno el corazón no puede llevar a cabo sus funciones, provocando un deterioro de sus músculos que desencadenan en anginas de pecho o infartos de miocardio.
Principales enfermedades cardíacas
Seguro que la mayoría de las patologías del corazón te suenan, y es que son muy comunes entre la población mundial. El infarto de miocardio es, probablemente, el más conocido. Junto con la angina de pecho es un tipo de cardiopatía isquémica provocada por el deterioro y la obstrucción de las arterias del corazón.
El colesterol, las grasas —que tu organismo no puede eliminar y que se acumulan—, y las células inflamatorias —que están instalada en las arterias— provocan que la sangre no pueda circular y se produzcan problemas cardíacos.
Cómo prevenir estas patologías
· Aliméntate de forma saludable
La alimentación es fundamental para cuidar la salud de toda la familia. Una dieta sana y equilibrada ayuda a que todos los órganos de tu cuerpo funcionen mejor.
Mantener una dieta mediterránea, rica en verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, y en la que se limita la ingesta de grasas saturadas en favor de las no saturadas, nos ayuda a cuidar tu salud cardiovascular.
Pero, además de cuidar la alimentación, también debes de prestar especial atención a las bebidas azucaradas, ya que sus altos niveles de glucosa son perjudiciales para la salud cardiovascular. Además, debes de mantener el consumo de alcohol en los límites recomendados por tu médico.
· Haz ejercicio
Con cuidar lo que comes no es suficiente. El secreto consiste en combinar la alimentación saludable con un poco de ejercicio, uno de los pilares de la salud cardiovascular.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un mínimo de 75 minutos semanales si se trata de una actividad intensa o 150 minutos si hablamos de actividad física aeróbica de intensidad moderada.
Si la pereza o la falta de tiempo te impide destinar ese tiempo al ejercicio, siempre puedes decantarte por opciones que puedes incorporar más fácilmente a tu rutina diaria. Ir caminando al trabajo, si es posible, subir las escaleras en lugar de coger el ascensor o mantenerte activo en casa, evitando pasar muchas horas sentado en el sofá, te ayudarán a activar tu organismo.
· No fumes
Todos sabemos que el tabaco no ayuda a mantener un buen estado de salud. El tabaquismo es un importantísimo factor de riesgo cardiovascular. Así que si quieres cuidar de tu corazón tendrás que dejar de fumar.